Esta reflexión es la que recoge el sentir del Club de Lectura Alábega de Cartagena.
Un grupo de mujeres que leen el libro y que acuden, juntas, a ver la película en preestreno gracias a la generosidad de A Contracorriente que les invita con 25 butacas, las mismas que las lectoras que se reúnen ...sin pastel de piel de patata.
LA SOCIEDAD
LITERARIA Y EL PASTEL DE PIE DE PATATA DE GUERNSEY
APUNTE
Hace unos días,
acudí al preestreno de la película, con unas expectativas muy altas, porque el
libro, es para mi, una joyita, que no he dejado de recomendar desde que en
2014, una buena amiga lectora lo propuso, como lectura de corte epistolar, para
el club de lectura al que pertenecemos. ¡Y como suele ser frecuente, las expectativas
superaron la realidad!, sin entrar a valorar la película en sus aspectos
técnicos y estéticos, me decepcionó algo el tratamiento del guión, para mi la
novela es una obra coral, con personajes bien definidos que se acoplan a una
historia común como en un caleidoscopio, cada uno, con sus rasgos y matices, con
una historia sólida detrás, y que de
forma colectiva construyen una historia que tiene como hilo conductor la
lectura y por ende los libros y la literatura, que aporta todo un universo por descubrir y aplicar, contribuyendo a dar sentido o al menos reflexionar
sobre su existencia en tiempos tan difíciles; ofreciendo casi un marco de
esperanza , y todo esto,
se ve reducido a una muy predecible historia de amor romántico donde la chica
encuentra en el hombre bondadoso y sencillo, el verdadero amor, apostando por
una visión tradicional de la familia, cuando otro de los aspectos destacables
del libro es la pluralidad en las relaciones afectivas.
Creo que el
libro apenas se refleja en la película, que sitúa en primer plano la historia
de amor y reduce al segundo plano la gran historia que narra: la dureza de la
guerra, la ocupación nazi, el colaboracionismo y sobre todo el poder rotundo y
mágico de la literatura y el apoyo que te ofrecen los libros y los buenos
amigos.